El día 22 de febrero de 2012 nos dirigimos hacia el sur de la provincia de Salamanca en plena Sierra de Francia, junto al límite de la comarca cacereña de las Hurdes, para encontrarnos escondido, el fabuloso Valle de las Batuecas, protegido bajo la figura de Parque Natural por sus indudables valores ambientales.
Encontramos el aparcamiento en la carretera que une los municipios de La Alberca y Las Mestas
y tras los preparativos,
con un sol radiante y temperatura buenísima, nos ponemos en marcha por una pasarela de madera en medio de un intenso sotobosque que acoge diferentes especies de plantas y árboles de mayor porte
junto al protagonista de la mayor parte de nuestros pasos, el río Batuecas.
Hemos llegado al Monasterio Santo Desierto de San José de las Batuecas y en su fachada principal leemos este pensamiento.
En la misma puerta del santuario tiene su inicio el camino al pie del mismo cauce, por un sendero espectacularmente enraizado
donde encontraremos árboles tan singulares como este eucalipto
o este tejo.
Como si se tratara del juego de la Oca, "de puente a puente y sigo por la corriente", al lado de los muros del cenobio, descubrimos una gran diversidad vegetal con encinas, cipreses, serbales, cedros
y alcornoques que continuan explotandose en la zona.
Pasamos por una carbonera construida para ilustrar una de las actividades tradicionales para la obtención de carbón vegetal.
El río Batuecas nos deja en este tramo tintes de frescura
y espectaculares reflejos.
Presentamos a los senderistas del día de hoy
para hacer un alto en el camino y dar buena cuenta de un pincho de tortilla, chorizo y un buen trago de vino, en un maravilloso escarpe de la ruta.
Las vistas desde aquí son impresionantes.
Estamos en el Canchal de las Cabras Pintadas, el más representativo de las tres zonas con pinturas rupestres.
Milenarios lienzos de roca con pinturas y pigmentos de color rojo nos trasladan hasta la segunda zona
denominada el Canchal del Zarzalón.
La tercera zona de estos cuadros primigenios se situa al otro lado del batuecas, pero en la posición en la que nos encontramos la divisamos perfectamente. Se trata del Canchal de la Umbría del Cristo con esta enorme estructura petrea.
El Valle de las Batuecas es el resultado de un paisaje de gran diversidad, riqueza ecológica,
fluvial
y vegetal.
Nada mas cruzar el arroyo de las Batuecas, comenzamos el tramo más duro de la ruta con una pequeña subida que nos llevará a un alto desde el que se puede disfrutar una magnífica vista panorámica
y donde podemos ver ejemplares de Cabra Hispánica, sesteando en una alineación de cresterías conocidas como las Catedrales.
Seguimos remontando el sendero
para llegar al valle del arroyo del Chorro
Tras varios minutos de caminata y con "la mosca detras de la oreja", ya que el arroyo del Chorro tiene un caudal incipiente, nos imaginamos que por esta vez, no va a ser un espectacular chorro.
Estas son las mejores imagenes que pudimos robar en la cascada.
Abandonamos este singular espacio con la roca por la que se desliza el pequeño caudal del Chorro
y regresamos por el mismo camino de subida.
La bajada es mucho más rápida y vamos obteniendo otros puntos de vista, como estos perfiles en la roca que parecen caras mirando hacia el valle.
Colores y matices,
rocas,
gigantescos paredones graníticos
que emergen desde los grandes canchales y lajas de piedras en el fondo del río, donde se forman juguetonas cascadas
formando bellas pozas
y coloridas marmitas de piedra.
Un mar de piedras
y un alcornocal
nos devuelven a los muros del monasterio
para finalizar justo de la mano del Batuecas
sobre una alfombra dibujada por el caos aleatorio de esta pasarela natural.
Dentro de este magnífico escenario
el "spa" rio batuecas, nos devuelve con esta terapia la relajación a nuestros músculos.
Inmediatamenta nos trasladamos al pueblo de El Cabaco para disfrutar en el restaurante "Los Cavenes del Cabaco" de un merecido menú y disfrutar de unas buenas risas.
Finalizamos con unas fotos populares
y un maravilloso paseo por el municipio de La Alberca.
Saludos de Lanchero a los acompañantes y caminantes virtuales.
y una selección de imagenes.
