lunes, 7 de noviembre de 2011

ACEÑAS DEL DUERO

En octubre de 2011, a lomos de mi btt recorrí la espectacular Senda del Duero GR-14, entre el municipio de Geria en la provincia de Valladolid y la capital zamorana. El trofeo se haya escondido en las márgenes de este Duero maravilloso y me refiero a las: Aceñas y Molinos. El recorrido comienza en Geria desde la ermita del Humilladero a unos 14 kms de Valladolid.
Desde las Ventas de Geria podemos acceder al tramo mas corto, pero más interesante de esta simbiosis fluvial que forman, por un lado, el rio Pisuerga ancho y caudaloso
y el rio Duero.
El resultado, la maravillosa confluencia de los dos ríos.
A unos 2 kms aguas abajo el rio Adaja dona sus aguas al Duero.
El Gr-14 nos lleva hasta la localidad de San Miguel del Pino con su iglesia de San Miguel Arcangel del siglo XIII.
Aquí encontramos la primera de las aceñas que conserva las ruinas de un antiguo molino.
La aceña es una construcción de origen medieval situada dentro de los grandes ríos destinada a la producción de harina, aprovechando la fuerza del agua retenida mediante una presa.
En el transcurso del camino Duero y otoño se funden en un abrazo
hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora de la Peña del siglo XVII.
Frente a él, un sendero nos introduce hasta la Aceña de la Peña.
El lugar no puede ser más romántico, gracias a las ruinas,
imponentes tajamares,
piedras
y arcos.
Un lugar donde rezuma el agua, el frescor y la exuberante vegetación.
Más adelante llegamos a Tordesillas
y justo debajo del puente encontramos la pequeña Aceña del Puente, pasto de las hiedras.
Desde arriba divisamos unos pequeños engranajes cobijados en el arco del puente.
Justo en la margen contraria del Duero
adivinamos la Aceña del Postigo cuyos tajamares o proas miran hacia el puente.
Grandes moles de piedra de sillería
y una infinidad de juegos de arcos de medio punto que se observan por todos los lados.
El arco de medio punto es capaz de soportar grandes pesos y presiones gracias a su piedra clave que cierra el arco y sus trabajadas dovelas.
Abandonamos esta "catedral" del Duero
y nos desplazamos hasta la Aceña de Osluga, en la que solamente nos queda un montón de piedras diseminadas por la orilla.
Imagenes maravillosas antes de toparnos
con los potentes tajamares de la Aceña de Zafraguilla.
Penetramos en el interior y descubrimos un esqueleto de piedra
y los railes por donde circulaban las vagonetas.
La falta de las cubiertas se debía a que sus tejados eran facilmente incendiables, ya que el ambiente interior del molino era muy seco y polvoriento y facilitaba la combustión.
Un universo de ruedas dentadas, tornillos sinfín, palas,
poleas, puertas, tajaduras, forman esta gran maquinaria interior.
Cuerpos de piedra y adobe nos deleitan en estos osados y espectaculares edificios de la Edad Media en este Duero sorprendente.
Cambiamos de margen para acercarnos a la Aceña de la Moraleja. Escondida entre un tupido arbolado
atravesamos sus entrañas con hermosos puentecillos para dirigirnos
al interior y observar que también ha desaparecido la cubierta, simplemente por el abandono.
La situación del lugar es casi Mágica en este remanso del Duero. El siguiente paisaje es el resultado de llegar hasta la Central de Herreros, una estación de bombeo moderna
en la que podemos ver los restos de la antigua Aceña de Herreros (muro de ladrillo) ente los dos edificios.
El agua del Duero nos invita a seguir el camino
hasta el Embalse de San Jose en Castronuño
y visitar la iglesia de Santa María del Castillo del siglo XII
en el Alto de la Muela.
La siguiente etapa nos deja en Toro (Zamora) para admirar su magnífico puente de piedra
y la bonita imagen del municipio toresano desde la orilla del Duero.
La iglesia-colegiata de Toro dedicada a Santa María la Mayor es el faro que nos marca
las ruinas de la Aceña de La Peral, que conserva tajamares de piedra y ladrillo,
bóvedas
y arcos de piedra
en medio del edificio principal tomado por la vegetación y el paso del tiempo.
Continuamos de la mano del río
y dejamos atrás Toro y
a través de su Puente Metálico
llegamos a la Aceña del Vado. Los dos cuerpos de ladrillo con los tajamares de piedra forman un espectacular edificio.
Podemos ver el eje de la rueda de paletas, la rueda dentada del cárcavo
y la maquinaria del molino.
Abandonamos el hermoso lugar a favor de corriente
para llegar hasta la Aceña Granja Florencia de cuatro cuerpos en estado actual muy deteriorado y poco accesible.
Es el momento de llegar a Villaralbo
y ver su central muy moderna donde antaño se ubicaba la Aceña de Villaralvo.
Con estos maravillosos reflejos entramos en Zamora

hasta la Aceña de Pinilla convertida en un restaurante y donde amablemente nos dejaron pasar a conocerla.



De puente
a puente
y me lleva la corriente hasta la Aceña de Cabañales.
Abrazada al Duero entre maravillosos reflejos
es un centro de interpretación ambiental, deportivo y de ocio.
Cruzamos el puente de piedra de la ciudad de Zamora
y accedemos hasta la remodelada Aceña de Olivares donde vemos toda la pesquera del Duero.
Las Aceñas de Olivares datan del siglo X hasta que perdieron su uso molinero.
La restauración del Ayuntamiento de Zamora las convirtió en Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales Asociadas al Agua.
Encontramos paletas,

martillo pilón, batán
y molino harinero.
Cada una de las tres aceñas tiene dos alturas y reciben nombres como la Primera, la Manca y la Rubisca.
A las afueras de Zamora encontramos de la mano del río
la Aceña de Gijón. Muy deteriorada y arruinada por el acoso del agua conserva sus medios tajamares abarrotados de troncos de árboles.
Destellos románticos entre piedras y agua
emergen arcos entre la vegetación
que acapara los suelos de las aceñas.
El agua se bifurca entre los tajamares
para volver a la corriente natural del Duero.Un poco mas abajo
la Aceña de los Pisones.
Formada por dos cuerpos, uno de ellos con tres alturas y railes para los vagones se encuentra protegida por un infranqueable muro vegetal.
Entre chopos, álamos, zarzas, espadañas y altas hierbas se esconden estos tesoros.
Lugares muy agradables con una magia especial.
Saludos de Lanchero para tod@s caminantes virtuales. Podeis ver mas fotos en la dirección siguiente: http://www.picturetrail.com/sfx/album/view/23934689 y el video de youtube tecleando:http://www.youtube.com/watch?v=ZImmRsLIGAw

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho el reportaje, no conocía sobre la existancia de estas edificaciones medievales. Siempre he sentido mucha atracción por los molinos pero estas aceñas me han parecido mucho más impresionantes. Si un día me acerco a las orillas del Duero es probable que vaya a visitar alguna de las que enseñas. Saludos

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  2. Muy bonito el reportaje
    M ROSA

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  3. Un completo recorrido por esas abandonadas construcciones que tan útiles fueron en su tiempo.
    Mucha piedra por recuperar hay todavía en Castilla. Con reportajes como el tuyo, no está del todo olvidada.
    Un saludo desde Pucela.

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